Un libro que te hará pensar en la sociedad actual y los valores que la habitan. De la importancia de ser un individuo con pensamiento y criterio propios.
FICHA
Título: Fahrenheit 451
Título original: Fahrenheit 451
Autor: Ray Bradbury
Editorial: Minotauro
Páginas: 267
Género: Ciencia ficción
Sinopsis: Fahrenheit 451. La temperatura a la que el papel se enciende y arde. Como 1984 de George Orwell, como Un mundo feliz de Aldous Huxley, Fahrenheit 451 describe una civilización occidental esclavizada por los media, los tranquilizantes y el conformismo.
La visión de Bradbury es asombrosamente profética: las pantallas de televisión ocupan paredes y exhiben folletines interactivos, unos auriculares transmiten a todas horas una insípida corriente de música y noticias, en las avenidas los coches corren a 150 kilómetros por hora persiguiendo a peatones; y el cuerpo de bomberos, auxiliados por el Sabueso Mecánico, rastrea y elimina a los disidentes que conservan y leen libros.
Guy Montag es un bombero. No un bombero como lo conocemos hoy por hoy. Tras la implantación de las casas ignífugas, el cuerpo de bomberos perdió su razón de existir y se les traspasó otro rol: censores y jueces. Se encargan de quemar casas enteras cuando encuentran libros dentro. Además la persona que los tiene en su poder cae presa inmediatamente.
Como ya sabéis no soy muy amiga de dar detalles de la trama y personajes, porque soy de la opinión de que cualquier sorpresa, por pequeña que sea, hace la diferencia entre una lectura magnífica y una insulsa o predecible.
Digamos que Ray Bradbury creó una obra de arte, una obra filosófica y crítica. Pone en tela de juicio la sociedad actual y las derivaciones escalofriantes que no están tan lejos de ocurrir.
Esta lectura ha sido la segunda mejor del año junto con Wicked. Una novela corta que pone tu mundo patas arriba y que hace pensar y reconocer cosas no muy cómodas.
Retrata una sociedad conformista, drogada, en pausa intelectualmente, acomodada en lo banal y superficial. En el no pensar, no diferenciarse intelectualmente, en no sentirse inferior o acomplejado por otro individuo más capaz o inteligente que tu.
En un momento de la novela, el jefe de bomberos Beatty, realiza una explicación dirigida a insuflar ánimos a nuestro protagonista en una crisis existencial. Son diez páginas, no más, pero es escalofriante los paralelismos tan cercanos, tan hermanos, con la sociedad actual. Esas palabras las tengo resonando en mi cabeza en cuanto me descuido. Todo el mundo debería escucharlas, moverse en el asiento incómodo y cambiar sus actitudes.
A veces tenemos que escuchar palabras poco corteses, que nos hagan sentirnos incómodos, para darnos cuenta que nuestra actitud no es la correcta, o no es beneficiosa para nosotros mismos.
Lo que claramente se puede sacar de esta lectura es un grito a la sociedad, un grito a ti, a que abramos los ojos, aprendamos, hagamos cosas, dejemos nuestra impronta en este mundo y construyamos un pensamiento crítico con el que defendernos de manipulaciones y ocio vacío, insulso.
Sé consciente del material que consumes, sé consciente de lo que te aporta a tu vida o si, de lo contrario, te hace perder el tiempo sin darte nada a cambio.
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