Una novela corta de la gran Ursula, nos encontramos frente a una obra de ciencia ficción futurista que nos da una lección grande como la humanidad misma.
FICHA
Título: El nombre del mundo es Bosque
Título original: The Word for World is Forest
Autor: Ursula K. Leguin
Editorial: Booket / Minotauro
Páginas: 153
Género: Ciencia ficción
Sinopsis: Dentro de la gran tradición literaria de las utopías y anti-utopías que se inician en el siglo XVII, El nombre del mundo es Bosque muestra una vez más la claridad y el poder de la visión "ecológica" de Ursula K. Leguin: Un universo dinámico y en equilibrio que se mantiene en el tiempo de acuerdo con leyes propias que no admiten la intromisión del hombre. En el planeta Athshe, el ciclo de la vida y las costumbres se desarrollan en la estabilidad autónoma del cosmos, pero la llegada de una expedición terrestre cambiará el pacífico modo de vida de los nativos del planeta.
Reseña
Las cosas en Nueva Tahití están saliendo rodadas, la colonia humana ha llegado y está poniendo a funcionar todos sus planes. Necesitan planetas para sustentar la vida humana que ha ido esparciéndose por el universo. Necesitan recursos, alimentos, materias primas y lo harán a cualquier precio.
Los informes dicen que Nueva Tahití no está habitada por vida inteligente. Las criaturas nativas son sumisas, los crichis, no duermen, no hablan, son de corta estatura y fuertes, pero no son belicosos. Eso es lo más importante: son serviciales y no dan problemas.
O eso es lo que creen los humanos.
La vida en Atshe era equilibrada y todo se basaba en la tierra, en la naturaleza. Los ciclos y el respeto por la vida era la regla que regía el planeta. Hasta que llegaron los humanos: agresivos, dominantes, destructores, salvajes... y violaron a sus mujeres y los esclavizaron.
Hay individuos que les preguntan e intentan parar el abuso, pero los jefes no paran a pensar en la huella que están dejando en su planeta. En el destrozo y abuso.
Algo se rompe en los crichis (Athshianos), este trato, esta invasión les cambia, les corroe y emponzoña. Ellos eran seres pacíficos, dados al diálogo, pero a la plaga que es el ser humano hay que reaccionar de manera contundente...
Esta es la historia que nos plantea Ursula, un mensaje potente, duro, sencillo y claro. La Tierra se muere y nosotros somos el parásito que la está matando. Hay muchos puntos de vista en el relato, muchos intereses. El colonialismo trae por obligación el despojar de sus terrenos, derechos y libertad a los nativos Igual que pasó cuando Europa quiso expandirse y colonizó otros continentes, esclavizando a los habitantes de allí y explotando sus tierras y recursos. Robándoselas. Matando, un poquito más, al planeta.
Se me plantean varias preguntas leyendo este relato: ¿Qué están haciendo? de la cual puedo derivar a la siguiente: ¿Qué estamos haciendo? Actualmente la situación es tan alarmante que da miedo, estamos destruyendo nuestra propia casa y nos da igual. Por último, y la más importante: ¿QUÉ DEBO HACER?
"En la diversidad está la vida y donde hay vida hay esperanza" Lyvov
Los informes dicen que Nueva Tahití no está habitada por vida inteligente. Las criaturas nativas son sumisas, los crichis, no duermen, no hablan, son de corta estatura y fuertes, pero no son belicosos. Eso es lo más importante: son serviciales y no dan problemas.
O eso es lo que creen los humanos.
La vida en Atshe era equilibrada y todo se basaba en la tierra, en la naturaleza. Los ciclos y el respeto por la vida era la regla que regía el planeta. Hasta que llegaron los humanos: agresivos, dominantes, destructores, salvajes... y violaron a sus mujeres y los esclavizaron.
Hay individuos que les preguntan e intentan parar el abuso, pero los jefes no paran a pensar en la huella que están dejando en su planeta. En el destrozo y abuso.
Algo se rompe en los crichis (Athshianos), este trato, esta invasión les cambia, les corroe y emponzoña. Ellos eran seres pacíficos, dados al diálogo, pero a la plaga que es el ser humano hay que reaccionar de manera contundente...
Esta es la historia que nos plantea Ursula, un mensaje potente, duro, sencillo y claro. La Tierra se muere y nosotros somos el parásito que la está matando. Hay muchos puntos de vista en el relato, muchos intereses. El colonialismo trae por obligación el despojar de sus terrenos, derechos y libertad a los nativos Igual que pasó cuando Europa quiso expandirse y colonizó otros continentes, esclavizando a los habitantes de allí y explotando sus tierras y recursos. Robándoselas. Matando, un poquito más, al planeta.
Se me plantean varias preguntas leyendo este relato: ¿Qué están haciendo? de la cual puedo derivar a la siguiente: ¿Qué estamos haciendo? Actualmente la situación es tan alarmante que da miedo, estamos destruyendo nuestra propia casa y nos da igual. Por último, y la más importante: ¿QUÉ DEBO HACER?
"En la diversidad está la vida y donde hay vida hay esperanza" Lyvov
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