Un libro rarísimo, lleno de humor, situaciones absurdas, crítica social, presencia LGTBI, alcohol, tranquilizantes recetados a escondidas y una ciudad de turismo de verano, en invierno. La desolación y lo decrépito de un resort vacacional en temporada baja. Un libro que en el taller calificaron de dejarte a medias, y que efectivamente, terminas sin saber muy bien qué ha pasado.
FICHA
Título: El leñador
Título original: Lubiewo
Autor: Michał Witkowski
Editorial: Rayo Verde
Páginas: 440
Encuadernación: Rústica / Tapa blanda con solapas
Género: Humor negro
SINOPSIS
La primera novela negra queer de la actual estrella de la literatura polaca.
A finales de otoño, el protagonista y narrador, Michal Witkowski, se retira a un resort turístico de playa, totalmente solitario en esa época del año, para escribir la novela que le proporcionará dinero, fama y todos los premios literarios.
Se aloja en una pequeña casa en medio del bosque pero le cuesta avanzar con el libro, ya que su atención se centra en su depresivo anfitrión, Robert (“el Leñador”). Michal, intrigado con este personaje y siguiendo la pista de una fotografía, inicia una investigación que le conducirá a un antiguo centro de ocio de la época comunista y al olvidado caso de la desaparición de una belleza local.
De una forma de lo más excéntrica y con la colaboración de los arquetípicos y grises personajes que se encuentra, Michal indaga en el pasado de “el Leñador”.
Aviso de que todas las anotaciones intelectuales y de contexto, han sido aportadas por el moderador del club de lectura "Risa Mala": Alejandro Marcos.
En esta historia, somos compañeros de Michal Witkowski en su aventura en busca de inspiración, sí, el propio escritor, que se ha atrevido a hacer una caricatura de sí mismo.
A Michal le encantan los tíos con casita, no con una casa en el bosque, no, con casita, tiene que ser de menos de 24 metros cuadrados para que sean de interés. Lo demás es lujo. Así que contacta con Robert, para ir a hospedarse con él y encontrar la inspiración en el aislamiento y en la ausencia de comodidades.
Pero resulta que ir en temporada baja a Miedzyzdroje es una tarea un poco más complicada de lo que parecía, además se encuentra con un paisaje precario y deprimente. Restos del verano no hacen más colear intentando sacar algún beneficio.
Una vez en la cabaña de Robert, la cosa no pinta mejor, el leñador no interactúa lo más mínimo con él, se mete tranquilizantes y antidepresivos para parar un tren y duerme, mucho.
Lo que empezó siendo más o menos serio, se desarrolla con situaciones ridículas, absurdas y caóticas. Una sátira de las novelas policíacas que no termina de ser nada, está entre dos cauces. La sensación que te deja El Leñador es de que nada se ha resuelto, nada se ha aclarado y te has leído 440 páginas de caos humano.
En cuanto al humor del libro, es brillante, o a mí me lo parece. Cínico, negro y afilado. Me ha sacado carcajadas sobre todo con el tándem: Michal / Chandalero. También creo que no es para todo el mundo, si estáis acostumbrados al humor negro y crítico, creo que os puede encantar.
Los personajes responden a arquetipos, el leñador huraño y varonil, la prostituta fría e interesada, el chandalero joven sin estudios, el propio escritor gay adicto a los estupefacientes, la femme fatale rica y poderosa... suma y sigue. Esto hace que entiendas a los personajes sin presentación, aún así el autor los entrelaza con tal genialidad que consiguen mucha profundidad y crean relaciones entre ellos desternillantes.
Otro detalle que me ha maravillado, es lo parecidos que somos los españoles de los polacos. También aquí hay que alabar la maravillosa traducción que ha hecho Rayo Verde. No ha habido ninguna descripción de la sociedad que critica que no me pareciera familiar. ¡Los chandaleros españoles son los canis barriobajeros de toda la vida! La recalificación de terreno, negocios ilegales de construcción, ciudades enteras que viven del turismo vacacional... He podido ver España en cada detalle.
En resumen:
El autor quiso hacer una novela policíaca que no llegara a ello. Una sátira, una burla.
Es una novela de personajes, son ellos los que dan el valor al libro, son ellos los que te van a repeler o enamorar. O sentir lástima, que también.
La crítica social a Polonia está en cada párrafo, en forma de chiste, en forma de burla. Un recurso muy español también.
Se ríe de todo y de todos, hasta de sí mismo. Cosa que me encanta.
Descubrimiento que nunca habría leído si no hubiese salido de mi zona de confort.
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